Su nombre ha quedado inscrito en la historia cultural de nuestro estado. En la historia más profunda y definitiva: en la de los sentimientos y de las emociones compartidos colectivamente. El le dio trayectoria y contenido al instrumento musical más arraigado con nuestros bailes y canciones regionales: el acordeón. El acordeón que vino de Europa, que se esparció por toda América, pero que se llenó de gozo e identidad propia al ser ejecutado por don Antonio Tanguma Guajardo...su acordeón de botones... sus acordeones diseñados por él para tocar lo que el sentimiento le iba dictando...para bailar y para zapatear...para darle gusto a la vida, mañana, tarde y noche y hasta el amanecer. Polkas, redovas, chotises y huapangos...la música del Cerro de la Silla y de todo Nuevo León.
Me decían Tanguma...” (Y bailaba “El Cerro de la Silla”)
Celso Garza Guajardo
CENTRO DE INFORMACIÓN DE HISTORIA REGIONAL HACIENDA DE SAN PEDRO, ZUAZUA,N.L.
UANL 1993